NOTICIA al Embaxador del REY CATHOLICO en la Corte Britanica, de las razones que han obligado a su MAGESTAD Catholica à hacer la guerra al EMPERADOR.

NOTICIA al Embaxador del REY
CATHOLICO en la Corte Britanica ,
de las razones que han obligado a su
MAGESTAD Catholica à hacer la
guerra al EMPERADOR.
J
:
Amás el Rey Catholico ha podido mirar con
ojos imparciales , ò con tranquila indiferen-
Cia , la extravagante sèrie de ultrages , y violen-'
tos procederes del Emperador , y Corte de Viena,
para ceñir con su oposicion la autorizada libertad
de la Republica de Polonia , dissimulado
el visible intento de quitarla , con el aparente
disfraz de mantenerla todo à fin de que no se
exalte en su Solio Soberano un Principe , en
quien resplandece tan intimo respetable enlace
con la Augusta Casa de Borbòn , de que es el
Rey Catholico parte tan principal ; ò hacer ,
que elegido , ò elevado , se precipite del Trono,
El silencio de su Magestad Catholica en los
emergentes de este caso , y desde la notoria denigrativa
exclusion de el Rey Stanislao , no explicaba
menos su justo sentimiento , que las publicas
declaraciones del Rey Christianissimo su
sobrino ; ni menos agitaban su Real animo los
agravios de la no sufrible ambicion de la Corte
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de Viena , que los generosos estimulos de su
pondonor. Creia , no obstante , su Mag. Catholica
, que no dexaria el Emperador de reflexionar
los riesgos de su escandalosa empressa , y
la imaginaria presumpcion de su superioridad ,
para desistir del contingente monstruoso intento
de chocar ciegamente en el escollo de la delicada
tolerancia de semejantes Potencias , siendo
en entrambas comunes los agravios , y unos
mismos los impulos.
Por tanto su Mag. Catholica , todavia impelido
del deseo de la paz , y siempre influido del zelo
de la universal quietud , prosiguió en solicitar
los efectos de la mediacion , y garantia del Rey
Britanico , para la amigable satisfacion de los
insultos , daños , è infracciones executadas inde
bidamente en los Estados , y persona del Señor
Infante de España Don Carlos su hijo . Pero no
conociendo yà limites la ambicion del Emperador,
y Corte de Viena , animada de un insaciable
furor de soberania , en que le constituyò la lisonja
comun de Europa , en la adquisicion de bastos
dominios ; esforzò , en fin , medios extraordinarios
, con el dificil intento de sacrificar à su
antojo , en la persona del Rey Stanislao , la soberania
de los dos altos Monarcas ,y desatender al
mismo tiempo , con desprecio , las cuerdas proposiciones
del Rey Britanico , para eludir en la
Religiosa resignacion del Rey Catholico , las
profiquas resultas de una dilatada negociacion ,
par la un amigable convenio.
Estas no esperadas resoluciones del Emperador
, influidas de una prepotente animosidad , y
dirigidas , sin rebozo , à violár los derechos de
succession de Principes legitimos , se infieren ,
sin violencia , de los notorios despoticos proce
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dimientos contra la libre eleccion del Rey Stanislao.
Y aunque no son menos sabidos los que
maliciosamente se han fraguado contra la suceession
del Señor Infante Don Carlos , non parce
que deba presentemente callarios la incon
trastable justificacion del Rey Catholico.
Apenas muerto el Duque Antonio de Parma
ocupó sus Estados con la fuerza de sus Armas,
desatendiendo , u olvidando el titulo honeroso
con que se avia obligado à sobrogar la inmediata
legitima possession del Señor Infante Don
Carlos , por solemnes , repetidos , y ratificados
Tratados ; valiendose , para cohonestar la usurpacion
, del vergonzoso pretexto de un fingido
preñado de la Duquesa Henriqueta viuda , en
cuya contestacion creyò , sacrificando su decoro,
adquirir escandalosamente con el Emperador un
merito ; y éste , conseguir su injusto intento con
autorizar esta fabulosa Scena en el Teatro del
Mundo , todo con publicos Rescriptos , Juntas
de Govierno , y disposiciones à nombre del solo
imaginado venturo concepto.
Sin duda se persuadiò desde luego la Corte de
Viena de poder con este detestable artificio im
possibilitar la succession del Infante ; pero en el
discurso del tiempo previò dificil la duracion del
engaño , y creyò hacerse un gran merito con
confessarlo , facilitando en esta forma la execucion
de las estipuladas condiciones , à favor de
la succession del Señor Infante , con el Rey de
Inglaterra , que quiso interessar su fee , y autoridad
en la justicia del Señor Infante.
los
Fueron verdaderamente en este intermedio ,
poderosas en el animo del Rey Catholico las
atentas insinuaciones , los eficaces oficios , y
generosos ofrecimientos de su Mag. Britanica
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G vi para
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para que su Mag. Catholica concurriesse en la
satisfaccion , que amigablemente le procuraba ,
para la debida pacifica possession del señor Infante
Don Carlos en los Estados de Parma,y seguridad
de las futuras de Toscana.
No obstante no se escondian à la elevada
penetration del Rey Catholico , los evidentes
riesgos de su condescendentia , la experimendata
mala fee de muchos años , la violacion de muchos
Tratados , y el conocimiento de los ambiciosos
fines de la Corte de Viena, que han dado
siempre aliento à la prudente desconfianza, y
al fundado rezelo de que la forzada conniven
cia del Emperador , à la autoridad del Rey Britanico
, pudiesse llegar à tal punto , que experimentasse
limites su prepotencia , y tuviessen frepo
los arrojos mal consentidos de una altivéz
desordenada.
Con el designio de su desengaño quiso su Magestad
Catholica acordarle el riesgo ; y en 6 de
Junio de 173 1. convino con su Magestad Britanica
, que para no encender en una sensible perqurbacion
la publica tranquilidad , admitiria la
amigable , ofrecida , y acordada possession del
señor Infante Don Carlos , y la pacifica introducion
de los seis mil Españoles , con la expressa
condicion de que .... » Ni por parte del Serenissimo
Infante , ni por la de su Magestad
Catholica , fuesse necessario disputar , debatir
, ò allanas dificultad alguna , qualquiera
fuesse que pudiesse ofrecerse debaxo de
qualquier pretexto , que ser pudiesse.
Consintió el Emperador à la execucion de
este convenio , con la ratificacion de su observancia
, que estipulò tambien con el Ministro
de su Magestad Catholica, cuyo Real animo de-
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biò esperar prompta , por tan afianzadas segu
ridades , la debida entrega de los Estados de Parma
, y Placencia al señor Infante , y pacifica la
entrada , y_permanencia en Toscana de dicho
Cuerpo de Tropas. Sin embargo , contra toda expectacion,
y solemnidad de contratos , viò la Europa
ultrajado el respeto del Señor Infante , y
desatendida del Emperador la Magestad Catholica
, mediante una nueva impensada repulsa al
Acto acordado de la possession ; prétendiendo ,
que precediesse una jamàs discurrida declaracion
del Ministro de su Mag. residente en Parma , sobre
otras distintas indecorosas condiciones , nunca
articuladas , ni propuestas , y solo dirigidas
à su arbitrio , con un Ministro no autorizado ,
apartando fraudulentamente la communicacion ,
è inteligencia de estos subrepticios procederes, de
los Ministros de su Mag. Catholica , y su Mag.
Britanica , que se hallaban residentes en Viena ,
y avian , en nombre de sus Soberanos , solemnizado
la observancia de lo poco antes diversa-
, mente estipulado. Fundado sobre tan erroneos
instrumentos , immediamente pretendiò , y amenazo
expeler con treinta Batallones , y dos mil
cavallos , los apenas introducidos seis mil Espažolės
.
"
Manifestò su Mag. Catholica al Emperador
el sentimiento que le debia causar tan inaudito
trato , y sonò en toda Europa su justa quexa ; y
no pudiendo obtener respuesta alguna las mas
atentas , y activas instancias , solo pudo conseguir
de un emphatico desprecio , una dissimulada
desistencia .
No satisfecha , al parecer , la Corte de Viena
con tanto provocar el sufrimiento , ordenò se
executassen quantos insultos pudiessen cometerse
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contra los limites , y jurisdicion del Señor In
fanre Don Carlos , usurpando terrenos , sitios, y
dominio sobre subditos de tan gran Principe
prohibiendo el reconocimiento de Feudatarios
su soberania , la entrega de los Feudos del Reyno
de Napoles , è incorporando con absoluta
potestad otros à su supremo Dominio , contra
las expressas Clausulas de las Investiduras , y
Tratados. Ese arrebatamiento de voluntarias
violencias , llegò al extremo de expedir dos Rescriptos
injuriosos , condenando en el uno , como
delinquente , al Gran Duque de Toscana , por
aver recibido en su nombre el Señor Infante el
omenage de los Pueblos de aquellos Estados , en
un voluntario reconocimiento de Successor legitimo
; y en el otro al Señor Infante , por suponer
averse indebidamente abrogado el Titulo de
Gran Principe , admitido antecedentemente , sin
controversia , por el Ministerio de Viena , en
Actos publicos , en impression de monedas , y en
la aclamacion de los Pueblos , olvidanto , que
esta practica se reconoce autorizada en todos
tiempos , y aun en el actual , por otros Principes
del Imperio , con el unico identico fundamento
de las investiduras eventuales .
Viendo , en fin , la Corte de Viena descubiertos
los engañosos artes con que intentaba disfrazar
sus maximas , è idèas particulares , recurriè
al de acriminar las referidas inocentes acciones ,
abultandolas , y calificandolas de inexplicables
perjuicios à la feudalidad del Imperio , al passo
que no ay acto de sumission , que aya dexado de
observarse , con la mayor exactitud , para la admission
de Tutores , de emancipada patria potestad
, de reconocimiento de menor edad , y
consiguientemente quanto conduce à los mas
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formales , y puros procederes , aunque todo es
to no pidiesse la observancia de los Tratados , è
Investiduras eventuales.
Enmedio de estos sensibles excessos , ha querido
su Mag. Catholica , que à la vista del mun
do todo , compitiesse su prudente tolerancia
con la inconstante violencia del Emperador , y
antes valerse de la justicia , que del valor . Confiò
à la autorizada interposicion del Rey Eritanico
sus justas quexas contra los incessantes disturbios,
y desprecios , que interrumpian la tranquilidad
de las possessiones del Señor Infante, y
lastimaban el decoro de su Magestad. Adopto
su Mag. Britanica la justicia del Rey Catholico,
y empleò sus oficios con la Corte de Viena ,
tratandose en repetidas conferencias de los medios
mas oportunos para una decorosa amigable
composicion. Pero las continuas di aciones llas
respuestas ambiguas , las inadmissibles proposiciones
, los terminos imperiosos , y lesivos con
que se formaban los proyectos en Viena , las
pretestadas distancias , y la methodica lentitud
de aquel ministerio , han arrastrado la mas solicita
aplicacion à que tan solamente se huviesse
podido por los Ministros Britanicos formar un
Proyecto en 21 de Julio de 1733. que aprobado
por el Embaxador de su Magestad Catholi
ca , recusò el admitirlo el de el Emperador sin
nuevas ordenes de su Soberano. Condescendiò el
Ministro de su Magestad con repetidas protestas
de no querer incurrir en nuevas capciosas
dilaciones , que hiciessen maliciosamente perder
Ja oportunidad de la Campaña. En esta inteli
gencia se despachò à ambas Cortes el proyectado
ajuste ; y al passo que por su Magestad
Catholica fuc promptamente buelto con su Real
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aprobacion , se difiriò por largo espacio la respuesta
de Viena , atribuyendose à la contrariedad
de los vientos , ò à la seria especulacion de
los Ministros de Viena , la dilacion , que à todos
visos maliciosamente se procuraba
Finalmente , quando se esperaba una condescendencia
tan deseada , y solicitada por el Rey
Britanico de la Corte de Viena , y declarada yà
la de su Mag. Catholica al Proyecto propuesto
por su Mag. Britanica , llega con Extraordinario
un Contra - Proyecto , ò Declaracion , igualmente
ilusorio , è injurioso à quantos antes avia
expedido la altivèz de aquella Corte ; de forma ,
( que sorprehendido , è irritado de un tan extravagante
injurioso proceder el Ministro del Rey
Catholico , se viò precisado à declarar , quebrantada
enteramente toda negociacion. Conociò el
Rey Britanico quan fundada era la quexa de este
Ministro , y qual debia ser el justo enojo de su
Mag. Catholica . Y no obstante estàr yà fatigada
la eficacia de los oficios del Rey Britanico à
la Corte de Viena , quiso la zelosa solicitud de
sus Ministros esforzar un nuevo consentimiento
del Rey Catholico para una dilacion de treinta
dias mas. Pero la prudente reflexion de todo lo
ocurrido , hizo prevèr à su Mag. Catholica las
perjudiciales consequencias de su condescendencia
, y los indecorosos efectos de su ulterior tolerancia
à la vista de tan acumulados desprecios,
hechos al mismo tiempo à Principes de la Casa
de Borbón , y conocer indispensable la correspondiente
resolucion de inmediatamente juntar
sus Tropas con las del Rey Christianissimo ,
para hacer la guerra al Emperador , y en esta
forma vindicar los comunes agravios , y restablecer
el respeto de dos Monarquias , que la in-
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tolerable ambicion del Emperador ha lastimado
con tanto excesso .
No cree su Mag. Catholica , que despues de
tan estudiadas entretenidas , de tan vissibles engañosos
insultos de la Corte de Viene y de
tan repetidas Condescendencias de la de España ,
pueda dexar de aprobar el Rey Britanico su determinacion
, al passo que comprehenderà ofendida
su mediacion , y menospreciada la sobera
nia de Principes , que no reconocen superioridad
, antes bien se persuade , que quedarà agradecido
del reconocimiento de su Mag. Catholi
ca à su loable intencion ; y que procuratà fomentar
mas que nunca una inalterable buena correspondencia
, para que prosigan à experimentar
las dos Naciones las mas beneficiosas resultas de
un continuado fiel Comercio, y logren la satisfaccion
, que afianza la apreciable amistad de los
dos Monarcos.